miércoles, 3 de noviembre de 2010


Mitología antigua sobre los dioses

El modelo romano incluía una forma muy diferente a la de los griegos de definir y concebir a los dioses. Por ejemplo, en la mitología griega Deméter era caracterizada por una historia muy conocida sobre su dolor por el rapto de su hija Perséfone a manos de Hades. Los antiguos romanos, por el contrario, concebían a su equivalente Ceres como una deidad con un sacerdote oficial llamado Flamen, subalterno de los flamines de Júpiter, Marte y Quirino, pero superior a los de Flora y Pomona. También se le consideraba agrupado en una tríada con otros dos dioses agrícolas, Liber y Libera, y se sabía la relación de dioses menores con funciones especializadas que le asistían: Sarritor (escardado), Messor (cosecha), Convector (transporte), Conditor (almacenaje), Insitor (siembra) y varias docenas más.
Así pues, la «mitología» romana arcaica, al menos en los referente a los dioses, no estaba formada por relatos sino más bien el entrelazamiento y las complejas interrelaciones entre dioses y humanos.
La religión original de los primeros romanos fue modificada por la adición de numerosas y contradictorias creencias en épocas posteriores, y por la asimilación de grandes porciones de la mitología griega. Lo poco que se sabe sobre la religión romana primitiva no es gracias a relatos de la época sino a escritores posteriores que buscaron preservar las viejas tradiciones del olvido en el que estaban cayendo, como el estudioso del siglo I a. C. Marco Terencio Varrón. Otros escritores clásicos, como el poeta Ovidio en sus Fastos (‘calendario’), fueron fuertemente influidos por los modelos helenísticos, y en sus obras se recurre con frecuencia a las creencias griegas para rellenar los huecos de las tradiciones romanas.

Mitología antigua sobre la historia romana

En contraste con la escasez del material narrativo sobre los dioses, los romanos tenían una rica panoplia de leyendas sobre la fundación y primera expansión de su propia ciudad. Además de estas tradiciones de origen mayoritariamente local, a este surtido se injertó material procedente de las leyendas heroicas griegas en una época temprana, haciendo por ejemplo a Eneas antepasado de Rómulo y Remo.
La Eneida y los primeros libros de Livio son las mejores fuentes exhaustivas para esta mitología humana.

Dioses nativos romanos

Las prácticas rituales romanas de los sacerdotes oficiales distinguían claramente dos clases de dioses: los di indigetes y los di novensides o novensiles. Los indigetes eran los dioses originales del estado romano (véase Di indigetes), y su nombre y naturaleza están indicados por los títulos de los sacerdotes más antiguos y por las fiestas fijas del calendario. Los novensides eran divinidades posteriores cuyos cultos fueron introducidos en la ciudad en el periodo histórico, normalmente en una fecha conocida y como respuesta a una crisis específica o necesidad percibida.
Las divinidades romanas primitivas incluían, además de los di indigetes, un montón de los llamados dioses especialistas cuyos nombres eran invocados al realizar diversas actividades, como la cosecha. Los fragmentos de los viejos rituales que acompañaban a estos actos como el arado o la siembra revelan que en cada parte del proceso se invocaba a una deidad diferente, estando el nombre cada una de ellas derivado regularmente del verbo para la operación. Estas divinidades pueden ser agrupadas bajo el término general de dioses asistentes o auxiliares, que eran invocados junto con la deidades mayores. Los antiguos cultos romanos eran más un polidemonismo que un politeísmo: los conceptos que los adoradores tenían de los seres invocados consistían en poco más que sus nombres y funciones, y el numen o ‘poder’ del ser se manifestaba en formas altamente especializadas.
El carácter de los indigetes y sus fiestas muestran que los antiguos romanos no sólo eran miembros de una comunidad agrícola sino que también estaban orgullosos de luchar y muy involucrados con la guerra. Los dioses representaban distintivamente las necesidades prácticas de la vida diaria, como las sentía la comunidad romana a la que pertenecían. Se entregaban escrupulosamente a los ritos y ofrendas que consideraban apropiados. Así, Jano y Vesta guardaban la puerta y el hogar, los Lares protegían el campo y la casa, Pales los pastos, Saturno la siembra, Ceres el crecimiento del grano, Pomona la fruta, y Consus y Ops la cosecha. Incluso el majestuoso Júpiter, rey de los dioses, era honrado por la ayuda que sus lluvias daban a las granjas y viñedos. En su más amplio carácter era considerado, a través de su arma de rayos, el director de la actividad humana y, por su amplio dominio, el protector de los romanos en sus expediciones militares allende las fronteras de su propio país. Prominentes en la época más antigua fueron los dioses Marte y Quirino, que a menudo se identificaban entre sí. Marte era un dios de la guerra al que se honraba en marzo y octubre. Los investigadores modernos creen que Quirino fue el patrón de la comunidad militar en tiempos de paz.
A la cabeza del panteón primitivo se encontraba la tríada Júpiter, Marte y Quirino (cuyos tres sacerdotes, o flamines, tenían el mayor rango), y Jano y Vesta. Estos dioses antiguos tenían poca individualidad, y sus historias personales carecían de matrimonios y genealogías. A diferencia de los dioses griegos, no se consideraba que funcionaban de la misma forma que los mortales, y por ello no existen muchos relatos de sus actividades. Este culto primitivo esta asociado con Numa Pompilio, el segundo rey de Roma, de quien se creía que tuvo como consorte y consejera a la diosa romana de las fuentes y los partos, Egeria, a quien a menudo se identifica como una ninfa en las fuentes literarias posteriores. Sin embargo, se añadieron nuevos elementos en una época relativamente temprana. A la casa real de los Tarquinios se atribuyó en las leyendas el establecimiento de la gran Tríada Capitolina, Júpiter, Juno y Minerva, que asumió el lugar supremo en la religión romana. Otras adiciones fueron el culto a Diana en el monte Aventino y la introducción de los Libros Sibilinos, profecías de la historia del mundo que, según la leyenda, fueron compradas por Tarquinio a finales del siglo IV a. C. a la Sibila de Cumas.

Personajes destacados en los diferentes periodos de la historia de Roma

De la monarquía los personajes a destacar son:
Rómulo junto con su hermano Remo. Según la tradición romana, Rómulo (c. 771 a. C.[1] – c. 717 a. C.) y su hermano gemelo Remo (c. 771 a. C. – c. 753 a. C.) fueron los encargados de fundar Roma. Finalmente sería solo Rómulo quien la fundaría, constituyéndose en su primer rey. La historiografía actual considera falsa esta tradición, fijando el origen de la ciudad a finales del siglo VII a. C.[2]


También los tres primeros reyes que gobernaron rima después de Rómulo: Numa Pompilio, Tulio Hostilio y Anco Marcio. Alejandro Magno), en latín Gnaeus o Cnaeus Pompeius Magnus, fue un político y general romano, nacido el 29 de septiembre del año 106 a. C., hijo de Cneo Pompeyo Estrabón. Murió refugiado en Egipto, donde fue asesinado el 28 de septiembre del año 48 a. C.
De la republica los personajes a destacar fueron:Pompeyo. Cneo Pompeyo Magno (a semejanza de
 
Mario el 6 veces cónsulJulio Cesar que fue el que terminó con la republica que lo definiré junto con los personajes destacados de el Imperio romano porque destacó en ambos periodos

De el Imperio Romano:
Julio Cesar

Gaius Julius Caesar (Julio 12, 100 AC - Marzo 15, 44 AC) era un militar romano y un líder político. El tuvo una parte muy importante en la transformación de la Republica Romana en el en el imperio romano.
Es considerado uno de los más grandes genios militares de toda la historia, pero también un excelente político y uno de los líderes más fuertes del mundo antiguo. Fue proclamado dictador por toda la vida, y centralizó el gobierno de la Republica. Vino asesinado en el 44AC, durante las Ides de Mayo. Sus campañas militares son conocidas en manera detallada gracias a sus Comentarios (Commentarii), y muchos detalles de su vida han sido escritos posteriormente por históricos.
 
 
 
AugustogustoEl emperador Augustus de Roma nació el 23 de septiembre, 63 AC, con el nombre Gaius Octavius. Asumí el nombre Gaius Julius Caesar Octavianus (Octaviano) en el 44 A.C. después de la muerte de su tío, el valioso Julius Caesar. Caesar adoptó Octaviano y lo hizo su herededero.
Octaviano era un astuto y brillante político, logró a conseguir muchísimo poder en Roma. Cuando Caesar vino asesinado, Octaviano no tenía una posición oficial. Solo más tarde marchó a Roma y obligó al Senado a nombrarlo cónsul.
Roma tuvo mucha gloria bajo de Augustus que restableció la paz después de 100 años de guerra civil; mantuvo un gobierno honesto y un sólido sistema de valuta; extendió el sistema de carretera que unía Roma con su vasto imperio; desarrolló un eficiente servicio de correos; promovió el comercio libero entre las provincias; construyó muchos puentes, acueductos y edificios adornados con magnificas decoraciones artísticas realizadas en estilo clásico. La literatura floreció con escritores como Virgilio, Horacio, Ovidio, y Livio.
El imperio se extendió y sometió España, Galia (ahora Francia), Panonia y Dalmacia (ahora parte de Hungría y Croacia). Anexó Egipto y el suroeste europeo. Después de su muerte la población del Imperio romano lo consagró como una divinidad.
 
 
 
Virgilio
Publius Vergilius Maro nació en el 70 AC en Mantova, una ciudad del Imperio Romano. Murió en el 19 AC en Roma. Era el escritor del famoso poema épico, Eneide.
Virgilio pasó toda su vida como poeta. Nació en el mundo romano, hijo de una familia patricia y educada según la clase a la cual pertenecía. Su talento llegó a conquistar el interés del emperador Caesar Augustus, así que le comisionó la realización de un poema épico que tenía que competir con el grande trabajo de Homero.Antes de morirse, ordenó que su obra literaria, Aeneide, fuera destruida. Por suerte, el emperador decidió de manera diferente.

El mapa de la ciudad de Roma

Roma se caracteriza por tener 7 colinas, que son las siguientes con algunos datos importantes:
El monte Aventino (Collis Aventinus), (47 metros de alto).
El
Capitolino (Capitolinus, que tenía dos crestas: el Arx y el Capitolium), (50 metros de alto).
El
Celio (Caelius, cuya extensión oriental se llamaba Caeliolus), (50 metros de alto).
El
Esquilino (Esquilinus, que tenía tres cimas: el Cispius, el Fagutalis y el Oppius), (64 metros de alto).
El
monte Palatino (Collis Palatinus, cuyas tres cimas eran: el Cermalus o Germalus, el Palatium y El Velia), (51 metros de alto).
El
Quirinal (Quirinalis, que tenía tres picos: el Latiaris, el Mucialis o Sanqualis, y el Salutaris), (61 metros de alto).
El
Viminal (Viminalis), (60 metros de alto).

En este mapa podemos ver las site colinas que están señaladas con su nombre:
En es te mismo mapa podemos ver el rio de pasa por roma , que es el Tiber y su accidente geográfico más importante que es la Isla Tiberina, que es una isla que se encuentra en el rio Tiber, de ahí su nombre.

Barrios de Roma:en este mapa se pueden apreciar perfectamenete los distintos barrios de la ciudad de Roma.


Barrio I - Monti
Barrio II - Trevi
Barrio III - Colonna
Barrio IV - Campo Marzio
Barrio V - Ponte
Barrio VI - Parione
Barrio VII - Regola
Barrio VIII - Sant’Eustachio
Barrio IX - Pigna
Barrio X - Campitelli
Barrio XI - Sant’Angelo
Barrio XII - Ripa
Barrio XIII - Trastevere
Barrio XIV - Borgo
Barrio XV - Esquilino
Barrio XVI -Ludovisi
Barrio XVII - Sallustiano
Barrio XVIII - Castro Pretorio
Barrio XIX - Celio
Barrio XX - Testaccio
Barrio XXI - San Saba
Barrio XXII - Prati
La muralla de Roma


Las Murallas servianas eran una barrera defensiva construida alrededor de las ciudad de Roma al principio del siglo IV a. C. Las murallas tenía una anchura de de 3,6 metros y una longitud de unos 11 kilómetros, con más de una docena de puertas.
El nombre hacía honor al Rey de Roma, Servio Tulio. Aunque el trazado parece datar del siglo VI a. C., los restos actuales que se conservan datan del periodo final de la República Romana.
Apenas quedas vestigios, solo algunos paños de muros.
Las Murallas aurelianas son una construcción militar de carácter defensivo construida en la ciudad de Roma por el emperador Aureliano. Su longitud original fue de 19 kilómetros, pero en la actualidad sólo se conservan 12,5 kilómetros. El propósito de su construcción fue defender Roma de las invasiones bárbaras, que comenzaron a partir del año 271 dC.
El círculo completo rodeaba una superficie de 13,7 km². Las paredes cuentan con 3,5 m de grosor y 8 m de altura con una torre cuadrangular cada 100 pies romanos (29,6 m). Fueron remodeladas en el siglo V, doblando la altura (llegando hasta 16 m), por orden del general Flavio Estilicón, hombre fuerte del Imperio en época de Honorio. Tenían forma de hexágono y en ellas se emplazaban 382 torres, 7.020 almenas, 18 puertas principales, 5 poternas, 116 letrinas y 2.066 ventanas exteriores.

En este mapa podemos ver como estaba organizada la muralla en la ciudad de Roma y también aunque ya han sido localizados anteriormente los diferentes barrios de Roma.

El Foro Romano

Esta es una imagen del Foro Romano antes del César:



Este sería un plano del Foro Romano durante la época de César y de Augusto:



Por último este sería un plano del Foro Romano en la época de Trejano:

Principales edificios de los Foros Imperiales

Foro de César:

El primer mandatario que ordenó ampliar el antiguo centro de la ciudad con un nuevo foro fue Cayo Julio César en el año 54 a. C. Fue inaugurado en el año 46 a. C., aunque probablemente estaba aún incompleto y fue terminado posteriormente por Augusto.
 
Foro de Augusto:
 
En la batalla de Filipos en el 42 a. C., en la que Augusto y Marco Antonio vengaron la muerte de César, Augusto prometió construir un templo dedicado a Marte. El inconcluso foro de Cesar se inauguró en 2 a. C., tras habérsele añadido una segunda plaza monumental, el Foro de Augusto.
 
 

Coliseo de Roma:

El Coliseo (Colosseum en latín) es un gran anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I en el centro de la ciudad de Roma y bajo jurisdicción de ciudad Vaticano, por su procedencia ligada a el catolicismo. Originalmente era denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, y pasó a ser llamado Colosseum por una gran estatua ubicada junto a él, el Coloso de Nerón, no conservada actualmente. Por sus características arquitectónicas, estado de conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica.
En la antigüedad poseía un aforo para 50.000 espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del
Foro Romano, y las obras empezaron entre el 70 d. C. y el 72 d. C., bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio Romano, se completó en el 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.[1]
El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose los últimos juegos de la historia en el siglo VI, bastante más tarde de la tradicional fecha de la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d. C. Así como las peleas de gladiadores, muchos otros espectáculos públicos tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica. El edificio dejó de ser usado para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, fue reutilizado como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los prisioneros martirizados durante los primeros años del Cristianismo. Esta medida contribuyó a detener su expolio y a procurar su conservación.
Aunque la estructura está seriamente dañada debido a los
terremotos y los picapedreros, el Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana. Es una de las atracciones turísticas más populares de la moderna Roma y aún está muy ligado a la Iglesia Católica Romana, por lo que el Papa encabeza el viacrucis hasta el anfiteatro cada Viernes Santo.

 

Principales edificios del Foro Romano


Templo de Cástor y Pólux:

Durante la batalla del Lago Regilo entre romanos y latinos en el 496 a. C. el dictador, Aulo Postumio Albino hizo voto de consagrar un templo a Cástor y Pólux. En la batalla se había visto a dos jóvenes luchando de parte de los romanos. Aquella misma tarde de la victoria también se les vio abrevando sus caballos en la fuente Yuturna y anunciaron a los romanos la victoria alcanzada, desapareciendo luego; se les identificó con los Dioscuros. En el lugar de esa aparición se construyó el templo ofrecido por A. Postumio y dedicado por su hijo en el 484 a. C.Fue reconstruido y embellecido en varias ocasiones, en el 117 a. C. por el cónsul Lucio Cecilio Metello Diademato, elevándose el podio en el 73 a. C. por Gayo Verres, gobernador de Sicilia y también en época de Augusto, tras un incendio en el 14 a.C., finalizándose en el 6.



Templo de Rómulo:

El Templo de Rómulo fue identificado durante mucho tiempo como el templo dedicado a Valerio Rómulo, hijo divinizado de Majencio. Hoy se tiende a pensar que es de época constantiniana y que debía estar consagrado a los Penates. El templo original podría haber estado en el área ocupada por la Basílica de Majencio, al construirse ésta, el templo antiguo se emplazó en la vecindad, donde ahora está.
Basílica Emilia:
Edificada por los censores M. Fulvio Nobilior y Marco Emilio Lépido en el 179 a. C. y por ello entonces llamada Basílica Æmilia et Fvlvia detrás de las Tabernae novae luego desaparecidas, rodeándola de tiendas que alquiló a particulares. Fue reconstruida en varias ocasiones, sobre todo por miembros de la gens Emilia la primera en el 78 a. C. por el cónsul Marco Emilio Lépido, por lo que recibió el nombre de Basilica Aemilia. Otra reconstrucción de mayor alcance fue emprendida en el 55 a. C. por el edil curul Lucio Emilio Lépido Paulo, hermano del triunviro Lépido; las obras no acaban hasta el 34 a. C., con el hijo de éste, L. Emilio Lépido Paulo con la ayuda de Julio César.

 
Basílica Julia:

Cierra por el lado sur el Foro Romano, limita al oeste con el Vicus Iugarius separándola del templo de
Saturno y al este con el Vicus Tuscus que la separa del templo de los Dióscuros.


Los mercados:

El comercio romano fue el motor que condujo a la economía de finales de la República y principios del Imperio. Modas y tendencias de la historiografía y cultura popular han tendido a no ocuparse de la base económica del imperio en favor de lingua franca que fue el latín y las hazañas de las legiones. Tanto la lengua como las legiones fueron apoyadas por el comercio, siendo al mismo tiempo parte de su espina dorsal. Los romanos eran hombres de negocios y la longevidad de su imperio se debió a su comercio.
Aunque en teoría los miembros del Senado y sus familias tenían prohibido dedicarse al comercio, los miembros de la orden ecuestre sí lo estuvieron, a pesar de sus aristocráticos valores que hacían énfasis en pasatiempos militares y actividades recreativos. Los plebeyos y libres tenían tiendas o atendían puestos en los mercados mientras grandes cantidades de esclavos hacían casi todo el trabajo duro. Los propios esclavos eran además objeto de transacciones comerciales, y dada su alta proporción en la sociedad (comparada con la Grecia Antigua) y la realidad de las fugas, las guerras serviles y las sublevaciones menores, dieron un toque distintivo al comercio romano.
La intrincada, compleja y extensa contabilidad del comercio romano fue efectuada con la ayuda de tableros contables y ábacos romanos. Éstos, que usaban números romanos, estaban especialmente ideados para las cuentas en monedas y unidades romanas.




Los palacios imperiales:

Los Palacios Imperiales de Roma Antigua]] ocupan el Palatino, que enfrenta a norte el Fórum Romano y a sur el Circus Maximus. ES un imponente complejo de edificios que expresan de modo visible el poder y riqueza de los emperadores, de Augusto y Nero la Septímio Severo eoutros. Fueron ahí construidos por la proximidad con la casa original de Rómulo, primero rey de Roma. La zona fue siendo progresivamente ocupada por la nobleza y clase alta de Roma Antigua|Romanos]] hasta que Augusto, nacido en el Palatino, ahí decidió edificar su residencia, la Domus Augustana, fijando a partir de ahí la residencia oficial de los emperadores. Para la construcción, se sabe que fue necesaria la demolición de algunas.





Los arcos:

El Arco de Constantino (en italiano, Arco di Costantino) es un arco del triunfo que se encuentra entre el Coliseo y la colina del Palatino, en Roma. Se erigió para conmemorar la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio, el 28 de octubre de 312, y a otros emperadores anteriores. Dedicado en 315, es el más moderno de los arcos triunfales alzados en la Roma Antigua, de los que difiere por haberse construido gracias al expolio de edificios anteriores.

El arco mide 21 metros de alto, 25,7 m de ancho y 7,4 m de profundidad. Tiene tres arcos, siendo el central de 11,5 metros de alto y 6,5 de ancho, y los laterales de 7,4 de alto y 3,4 m de ancho cada uno. La parte inferior del monumento está construida con bloques de mármol, mientras que la parte superior (llamada ático) es de ladrillo con remates de mármol. A cierta altura desde el suelo, en el lado que mira al Palatino, hay una puerta a través de la cual se accede a una escalera formada en el grosor del arco.